La final de la categoría Cadete Primera reunió nuevamente a dos viejos conocidos de la temporada: Hernani y Antiguoko. Ambos equipos, tras transitar caminos distintos en la segunda fase, lograron alcanzar con justicia el partido decisivo. Un duelo de alto voltaje entre el conjunto hernaniarra y el equipo celeste dirigido por Gurru y Óscar.


Desde el pitido inicial, fue el Hernani quien se mostró más cómodo. Supo imponerse en los duelos individuales, se adueñó de las segundas jugadas y logró incomodar notablemente la salida de balón del equipo antiguotarra, que no encontraba la fluidez habitual en su juego de combinación. Las jugadoras celestes se vieron presionadas, sin posibilidad de progresar con claridad en los primeros compases del partido. Sin embargo, con el paso de los minutos, el Antiguoko fue ganando metros y asentándose mejor sobre el terreno de juego. De esa manera, pudo generar algunas llegadas con peligro, aunque sin concretar ocasiones claras.


La segunda parte siguió la misma tónica: máxima igualdad, con ambos conjuntos ofreciendo un despliegue defensivo impecable. La tensión era palpable y cada balón dividido se disputaba como si fuera el último. El marcador no se movía a pesar de las intentonas por parte de las dos escuadras. Tras 80 minutos sin goles, el árbitro señaló el final del tiempo reglamentario. Era el momento de los penaltis, esa lotería tan temida como esperada. Y allí, donde los nervios se apoderan de las jugadoras y cualquier detalle puede inclinar la balanza, nuestro equipo fue más certero y logró alzarse con el título.


Una temporada que termina de la mejor manera posible para las jugadoras nacidas en 2010, que han demostrado un crecimiento continuo y una capacidad de superación admirable. Podemos estar realmente orgullosos de que el Antiguoko es txapeldun de Cadete Primera Femenino, tras una final intensa, disputada y digna del prestigio de esta categoría.