El Cadete Vasca se ha proclamado campeón de la Copa Vasca por segundo año consecutivo, tras imponerse en una exigente e intenso Final Four disputada en el campo de fútbol de Tabira, en Durango. Dos partidos que dieron para mucho y que los analizamos a continuación al detalle.


El viernes, equipo dirigido por Ruben se midió al Athletic Club en una intensa semifinal. Un error de concentración en los primeros compases del encuentro permitió al conjunto bilbaíno adelantarse en el marcador. Sin embargo, lejos de descomponerse, el equipo supo mantener el plan de partido, apostando por una defensa adelantada que bloqueó con eficacia las transiciones ofensivas del rival. La presión alta dio sus frutos en el segundo tiempo, cuando Harriet, que había ingresado en el minuto 50, anotó el empate tan solo tres minutos después. El partido se mantuvo igualado hasta el final del tiempo reglamentario, obligando a resolver el pase a la final desde el punto de penalti. En una tanda muy igualada, fue Gael quien, con gran templanza y mucho suspense (el balón entró después de rebotar en el poste), convirtió el sexto penalti, asegurando el pase a la final para los antiguotarras.


En la final del domingo se medían al Deportivo Alavés en una final que fue muy igualada, tal como se podia avecinar. Desde el inicio, el conjunto celeste mantuvo su propuesta ofensiva y volvió a apostar por una línea defensiva alta. No obstante, la velocidad de los atacantes babazorros generó peligro, y el Alavés se adelantó en el marcador. El cuerpo técnico introdujo entonces ajustes tácticos clave, bajando a los carrileros y modificando la presión para protegerse del juego directo del rival. En la recta final del primer tiempo, uno de los numerosos centros al área encontró a Silva, quien se impuso en el duelo aéreo para asistir a Oihan, autor del gol del empate. Ya en la segunda parte, el equipo volvió a presionar con intensidad, orientando el bloque hacia un costado. Una recuperación en salida de balón permitió a Harri fijar y habilitar a Niño, para que este chutara y tras una gran intervención del portero del Alavés, fue nuevamente Oihan, atento al rechace, quien firmó el 2-1 y su segundo tanto en la final. Con el marcador a favor, el equipo gestionó los minutos finales con inteligencia, reforzado por los cambios que aportaron energía y consistencia defensiva. En los instantes finales, una intervención decisiva de Unax, salvando un mano a mano, selló la victoria y aseguró el título.


Con este triunfo, la generación del 2009 revalida el título de campeón de la Copa Vasca, logrando un hito memorable para el club, que suma su segundo trofeo consecutivo en este torneo que reúne a los ocho mejores equipos de la categoría. Enhorabuena a todos y que paséis unas buenas merecidas vacaciones.