A las puertas de una nueva temporada, el Juvenil Nacional se prepara para afrontar su debut liguero. Bajo la dirección de Unai Gazpio, quien cumple su segunda temporada como técnico celeste, el conjunto antiguotarra ha trabajado intensamente durante la pretemporada para llegar en las mejores condiciones posibles. Con el respaldo de su cuerpo técnico, compuesto por Iker Larrañaga y Oier Errandonea, Gazpio analiza con nosotros el estado del equipo, los retos que se avecinan, y su visión de cara al primer enfrentamiento de la liga.


 ¿Cómo valoras la pretemporada en términos generales?

La pretemporada ha sido positiva en su globalidad. Hemos logrado cumplir con los objetivos que nos habíamos marcado. Era importante acumular volumen de entrenamientos, y lo hemos conseguido. Poco a poco hemos ido aumentando las intensidades para llegar a esta primera semana con ese punto de chispa, de óptimo momento físico para competir. Aunque a nivel de idea de juego todavía nos queda margen de mejora, la idea principal está bien definida, entrenada y trasladada al equipo. Los jugadores la han aceptado y se han comprometido muy directamente con el estilo que queremos. Ahora toca perfeccionar, matizar y mejorar durante la temporada, porque habrá momentos mejores y peores.


 ¿Y cómo crees que llegamos a ese momento inicial de la liga?

Llegamos bien, si. Hemos trabajado esa capacidad de adaptación, que es fundamental. No queremos ser un equipo con un solo plan, sino uno que pueda adaptarse a diferentes situaciones. Los partidos de pretemporada nos han servido para poner en práctica lo trabajado, y más allá de los resultados, el equipo ha mostrado compromiso con lo propuesto. Muchas cosas se han consolidado, pero ahora falta jugar a lo que queremos, manejando los tiempos del partido para sacar el mejor resultado posible. La competición te da ese punto extra de querer ganar, y ese deseo es crucial porque te hace gestionar más allá de lo técnico o táctico, incluyendo el componente emocional, que también es clave.

 El equipo llega en un nivel óptimo para competir, aunque seguramente todavía lejos de su mejor versión. En seis semanas se puede alcanzar un tono físico concreto y consolidar una idea de juego de manera medianamente firme. Ahora falta ver cómo respondemos ante la competencia real y el deseo de ganar. Empieza la competición, y eso siempre trae una parte que no es fácil de controlar. Estamos bien tanto para competir como para ganar, pero somos conscientes de que aún tenemos mucho margen de mejora.


¿Qué puedes decirnos del rival, la Cultural de Durango?

La Cultural de Durango es un equipo que viene de una temporada complicada en una categoría superior y con cambio de entrenador incluido. Creo que ahora tienen otro estilo, otra intención, y van a ponerlo en práctica en un nivel más bajo que el año pasado. Espero un equipo con buenos jugadores, una idea muy concreta, y con jugadores comprometidos para llevarla a cabo. Pienso que será un partido abierto, con momentos para ambos equipos. El que mejor maneje el acierto, tenga la cabeza fría y sepa aprovechar los momentos será el que se lleve el gato al agua.


Finalmente, ¿algún mensaje para la comunidad celeste?

 Les pediría a nuestros seguidores que nos ayuden y nos apoyen, que intenten sumar, y que sobre todo sean respetuosos con el trabajo de los técnicos y los rivales. Que pongan toda su energía en ayudarnos. Estoy seguro de que la intención de todos los que están alrededor es buena, y aunque las cosas pueden salir mejor o peor, les pido que tengan confianza en lo que hacemos y trabajamos todos durante la temporada.